RESIGNACIÒN
Era el sentimiento de culpa, el “no poder hacer nada”, en una tarde en el que el mundo se venia abajo… La vida tambaleaba, por fuertes vientos de hipocresía y mentira, el dolor aumentaba y su cabeza estaba por explotar…Demasiada presión, para alguien que había sido concebido para que viviera feliz.
Miro por la ventana y vio que la gente era la misma que ayer… Hacían las mismas cosas, se enfurecían, ignoraban y despreciaban todo a su alrededor, estaban inmersas en sus burbujas de cotidiano olvido por la vida.
Fue inevitable, una lágrima se transformó en llanto, estaba triste por lo que veía y sentía, “no poder hacer nada “…
Se acostó, para intentar calmar tanta angustia repentina que se había desatado. Era muy triste, lo que había visto por esa ventana…
Por CAS